
Calzone Napolitano
El Calzone Napolitano es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía italiana, originario de la ciudad de Nápoles, cuna de la pizza. Este delicioso manjar se asemeja a una pizza doblada sobre sí misma, rellena de queso, tomate, embutidos o verduras, y horneada hasta obtener una textura dorada y crujiente por fuera, con un interior fundente y lleno de sabor. A lo largo de los años, el Calzone se ha convertido en un símbolo de la cocina popular napolitana, extendiéndose a todo el mundo gracias a su sabor irresistible.
Origen e historia del Calzone Napolitano
El Calzone tiene sus raíces en el siglo XVIII en la región de Campania, al sur de Italia. En Nápoles, donde nació la pizza moderna, los panaderos comenzaron a doblar las masas de pizza para crear una versión más fácil de transportar y comer sin necesidad de cubiertos. Así surgió el Calzone, cuyo nombre significa literalmente “pantalón” en italiano, aludiendo a su forma cerrada que envuelve el relleno como una prenda.
El Calzone Napolitano se preparaba tradicionalmente para los trabajadores y estudiantes que necesitaban una comida completa y práctica. Con el tiempo, esta receta casera se perfeccionó en los hornos napolitanos y se convirtió en una de las especialidades más queridas de la región. Hoy en día, el Calzone es una expresión de la autenticidad y creatividad culinaria italiana.
Características del Calzone Napolitano
El Calzone Napolitano se elabora con una masa similar a la de la pizza, hecha a base de harina de trigo, agua, levadura, aceite de oliva y sal. Su peculiaridad radica en que se dobla por la mitad para encerrar un relleno que, en la versión clásica, incluye mozzarella, tomate, jamón cocido o salami y, a veces, ricotta para aportar cremosidad. El resultado es una combinación perfecta entre una corteza crujiente y un interior derretido, lleno de aromas mediterráneos.
A diferencia de otras versiones internacionales, el Calzone Napolitano se hornea directamente sobre la piedra o el suelo del horno, lo que le da su característico color dorado y un sabor ligeramente ahumado.
Ingredientes tradicionales
Para 4 personas
- 500 g de harina de trigo (tipo 00 o de fuerza)
- 10 g de levadura fresca o 5 g de levadura seca
- 300 ml de agua templada
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 200 g de mozzarella (de preferencia fior di latte)
- 150 g de jamón cocido o salami
- 150 g de ricotta fresca
- 200 g de salsa de tomate natural
- Orégano seco al gusto
- Pimienta negra y sal al gusto
Preparación paso a paso
1. Preparar la masa
En un bol grande, disuelve la levadura en el agua templada. Añade la harina poco a poco, junto con la sal y el aceite de oliva. Amasa durante unos 10 minutos hasta obtener una masa elástica y suave. Cubre con un paño húmedo y deja reposar entre 1 y 2 horas, hasta que doble su tamaño.
2. Preparar el relleno
Corta la mozzarella en cubos pequeños y mézclala con la ricotta en un bol. Añade el jamón cocido o el salami troceado, una pizca de pimienta y orégano. Esta mezcla debe ser cremosa y uniforme. También puedes añadir espinacas, champiñones o aceitunas para darle un toque personal.
3. Formar los calzones
Divide la masa en cuatro porciones y estira cada una en forma de círculo de unos 25 cm de diámetro. Coloca una capa de salsa de tomate en una mitad de la masa y distribuye el relleno encima, dejando los bordes libres para poder sellar. Dobla la masa sobre sí misma y presiona los bordes con los dedos o un tenedor para cerrarla bien. Es importante que no queden aberturas para evitar que el relleno se salga durante la cocción.
4. Hornear
Precalienta el horno a 250°C y coloca una bandeja o piedra para pizza dentro. Hornea los calzones durante 12 a 15 minutos, hasta que estén dorados y crujientes. También puedes pintarlos con un poco de aceite de oliva antes de hornear para lograr una corteza más brillante.
5. Servir
Retira los calzones del horno y déjalos reposar unos minutos antes de servir. Puedes acompañarlos con salsa de tomate casera o con una ensalada fresca. Al cortarlos, descubrirás un interior jugoso y lleno de sabor, con el queso fundido y los embutidos mezclándose a la perfección.
Consejos para un Calzone perfecto
- Usa mozzarella fresca y escúrrela bien para evitar que el calzone se humedezca demasiado.
- No sobrecargues el relleno: menos es más para lograr una cocción uniforme.
- Si deseas un toque ahumado, añade un poco de provolone o queso scamorza.
- Para una versión frita, prueba el famoso calzone frito napolitano, crujiente por fuera y cremoso por dentro.
Valor nutricional y beneficios
Aunque el Calzone Napolitano es un plato contundente, preparado con ingredientes frescos puede formar parte de una dieta equilibrada. La harina y el aceite de oliva aportan energía, mientras que el queso y la ricotta son fuente de proteínas y calcio. Además, el tomate ofrece antioxidantes como el licopeno, beneficioso para la salud cardiovascular.
Variaciones populares del Calzone
- Calzone ripieno: versión con salsa de tomate dentro, jamón y mozzarella.
- Calzone di verdure: relleno con espinacas, ricotta y parmesano.
- Calzone frito: una delicia callejera napolitana, dorada en aceite en lugar de horno.
- Calzone vegetariano: con berenjenas, calabacines y pimientos asados.
Curiosidades sobre el Calzone Napolitano
– En Nápoles, el Calzone tradicional se conoce como “panzerotto” cuando se fríe. – En algunas regiones de Italia, se rellenan con anchoas y aceitunas negras. – En Estados Unidos, el Calzone se popularizó en la década de 1950 gracias a los inmigrantes italianos, adaptándose con distintos quesos y salsas.
Conclusión
El Calzone Napolitano es una auténtica joya de la cocina italiana, un plato que combina tradición, sabor y creatividad. Su masa esponjosa, su relleno fundente y su aroma irresistible lo convierten en una experiencia gastronómica única. Prepararlo en casa no solo es fácil, sino también una forma deliciosa de rendir homenaje a la rica herencia culinaria de Nápoles. Ya sea al horno o frito, este clásico italiano siempre conquista el paladar y el corazón.
